BANDERA
La Bandera Nacional de la República de Colombia es el pabellón que representa al país, y que junto con el escudo y el himno nacional, tiene la categoría de símbolo patrio. Consiste en un rectángulo dividido en tres franjas coloreadas con los colores primarios, ocupando la superior la mitad de éste.
El pabellón de Colombia tiene su origen en la composición tricolor creada en 1801 por el General venezolano Francisco de Miranda, precursor de la independencia latinoamericana, quien describía en su diario militar el uso de los colores primarios como bandera para representar a las naciones latinoamericanas que en aquel entonces estaban en proceso de independencia y terminó representando a la Gran Colombia.
Estos colores fueron adoptados de forma sucesiva por los Congresos de la Gran Colombia, el 17 de diciembre de 1819, y de la República de la Nueva Granada, el 9 de mayo de 1834. La disposición actual de los mismos fue adoptada de forma definitiva el 26 de noviembre de 1861, y su reglamentación dada por medio de los decretos 861 del 17 de mayo de 1924 y 62 del 11 de enero de 1934.
La bandera como símbolo nacional es empleada por el Gobierno e instituciones estatales, con distintas variantes en su confección según el uso que se le dé por parte de los cuerpos diplomáticos, civiles o militares.
De acuerdo a la interpretación moderna de los colores, estos significan:
· Amarillo: representa la riqueza del suelo colombiano, así como el sol, fuente de luz, y la soberanía, la armonía y la justicia.
· Azul: representa el cielo que cubre la Patria, los ríos y los dos océanos que bañan el territorio colombiano.
· Rojo: representa la sangre vertida por los patriotas en los campos de batalla para conseguir la libertad, la que significa amor, poder, fuerza y progreso.
ESCUDO
El Escudo de la República de Colombia es el emblema heráldico que representa al país, y que junto con la bandera y el himno nacional, tiene la categoría de símbolo patrio.
El actual emblema y sus elementos constituyentes tienen sus orígenes en el escudo aprobado por medio de la ley 3 del 9 de mayo de 1834, siendo presidente de la República de la Nueva Granada el general Francisco de Paula Santander. Los colores y la disposición de los mismos fueron adoptados y reafirmados sucesivamente por varios decretos, particularmente los dictaminados el 17 de mayo de 1924 y 11 de enero de 1934. Finalmente el escudo es reglamentado por medio del decreto 3558 del 9 de noviembre de 1949, el cual además describe de manera puntual la reproducción de la mayoría de sus partes. El escudo vigente en la actualidad recoge tanto los elementos dictaminados en 1834 como los descritos en 1924 y 1949, con sus respectivas mejoras estéticas.
El escudo como símbolo nacional es empleado por el Gobierno e instituciones estatales, siendo las únicas instituciones que pueden ostentarlo de forma privativa. En cuanto a su diseño existen diferentes versiones estilísticas, ya que a pesar de que las leyes y decretos vigentes describen cómo debe ser su reproducción, lo hacen de forma incompleta y sin tener en cuenta para ello la ciencia de la heráldica, lo que ha dado lugar a ciertos vacíos que la comunidad en general ha llenado de manera inapropiada dentro del dibujo del blasón.
Elementos
De acuerdo a las leyes dictadas el 9 de mayo de 1834, 17 de mayo de 1924 y del 9 de noviembre de 1949, el escudo nacional consta de los siguientes elementos, con sus correspondientes significados:
El blasón tiene forma suiza, en proporción de 6 de ancho por 8 de alto, dividido en tres franjas iguales. En la faja superior, sobre campo azul va en el centro una granada de oro con tallos y hojas de lo mismo, abierta y en su centro graneada de rojo, que recuerda a la Nueva Granada, nombre que llevó el país hasta mediados del siglo XIX. A los dos lados se hallan dos cornucopias: la de la derecha con monedas de oro, y la de la izquierda con frutos tropicales. Estos cuernos simbolizan la riqueza y la abundancia del suelo colombiano.
La faja del medio, sobre campo de color platino, va un gorro frigio rojo enastado en una lanza, que recuerda el espíritu de la república y a su vez, es un símbolo universal de la libertad.
En la faja inferior va el istmo de Panamá rodeado de aguas marinas, sobre las cuales se ubican dos buques con las velas desplegadas, aparecen uno en cada Océano: el Pacífico y el Atlántico, como símbolo de que Colombia es el único país suramericano bañado por dos mares.
Las velas desplegadas significan el comercio de Colombia con los demás países del mundo sobre el jefe del escudo se ubica el Cóndor, que es el ave patriótica del país y simboliza la libertad, está representado de frente, con las alas extendidas y mirando hacia la derecha; de su pico pende una corona de laureles de color verde y una cinta ondeante de color oro asida al escudo y entrelazada en la corona, en la cual aparecen, en letras negras, las palabras Libertad y Orden, el lema nacional del país.
El escudo reposa sobre cuatro banderas divergentes de la base, de las cuales las dos inferiores forman un ángulo de 90 grados, y las dos superiores van separadas de las primeras en ángulos de 15 grados. Estas banderas van recogidas hacia el vértice del escudo.
HIMNO
Letra: Rafael Núñez.
Música: Oreste Síndici.
Nuestro Himno Nacional surgió con humildes principios, en un modesto lugar, sin antecedente notable alguno. El hombre que concibió la grande idea apenas se dio cuenta de su prolongada resonancia en el porvenir. Don José Domingo Torres era un simple aficionado al arte de Talía. Pasó su juventud en ardorosos proyectos teatrales, y perteneció a una compañía de comediantes bogotanos, con el espiritual Honorato Barriga a la cabeza, dejó simpático y duradero recuerdo en la ciudad.
Fue Domingo Torres en su juventud apuesto galán, que a la media noche, al pie de las rejas, hizo rasguear sonoros instrumentos en compañía de alegres enamorados trovadores.
La vejez lo sorprendió sin ochavo de reserva y murió como simple portero del Ministerio de Hacienda. El amor a la patria por un lado, y por otro la velada y discreta lisonja hicieron que Torres, a propósito del 11 de noviembre de 1887, instara al maestro Oreste Sindici para que le pusiera música a un himno, cuya letra era del doctor Rafael Núñez. Torres rogaba y el maestro resistía. Al fin su esposa doña Justina Jannaut de Sindici, colombiana, venció las últimas dificultades del maestro. La esquiva inspiración brotó entonces en el alma del artista italiano como resonante catarata de notas gloriosas y ardientes. La imagen de la patria adoptiva, donde él tenía el dulce solar de sus amores, se presentó con toda su belleza a los ojos del maestro.
La vejez lo sorprendió sin ochavo de reserva y murió como simple portero del Ministerio de Hacienda. El amor a la patria por un lado, y por otro la velada y discreta lisonja hicieron que Torres, a propósito del 11 de noviembre de 1887, instara al maestro Oreste Sindici para que le pusiera música a un himno, cuya letra era del doctor Rafael Núñez. Torres rogaba y el maestro resistía. Al fin su esposa doña Justina Jannaut de Sindici, colombiana, venció las últimas dificultades del maestro. La esquiva inspiración brotó entonces en el alma del artista italiano como resonante catarata de notas gloriosas y ardientes. La imagen de la patria adoptiva, donde él tenía el dulce solar de sus amores, se presentó con toda su belleza a los ojos del maestro.
Vibraron al punto de este himno: el estrépito de las armas y los urras de combate, y se oyeron notas semejantes al grito del huracán que azota nuestras selvas y otras menos fuertes como las de torrente que salta escondida entre las breñas.
Este himno tiene: vida, calor, movimiento: notas que animan y exaltan el espíritu; arrogancia propia de un himno triunfal.
Nuestro Himno Nacional había surgido. El 11 de noviembre de 1887 se cantó por primera vez en público, en un pequeño teatro de variedades improvisado en el antiguo edificio de la escuela pública de la Catedral. Al mes siguiente el 6 de diciembre de 1887 hacía estruendosa y solemne aparición oficial en el salón de grados, frente al Palacio de San Carlos; con asistencia del doctor Núñez, de todas las autoridades civiles, eclesiásticas, militares y los ministros del cuerpo diplomático.
Lo cantaron un coro de 25 voces con orquesta y dirigido por el maestro Sindici.
En 1890 ejecutaron la música del Himno Nacional colombiano en Roma, Méjico, Lima, Caracas y Curazao.
Casi un siglo careció Colombia de un Himno Nacional, y lo tuvo por casual concurso de circunstancias, no por encargo oficial. Ensayose sin ningún aparato; e hizo lentamente su camino hasta llegar al pueblo por medio de los niños de las escuelas primarias; sus fáciles melodías se pegaron a todos los oídos y hablaron a todos los corazones, y cuando llegó la celebración del centenario de la Independencia, el país se regocijó al tener una voz para expresar su gratitud y amor a los fundadores de la República.
Fue ungido con el entusiasmo popular.
En 1920 fue adoptado como Himno Nacional en ley dictada por el Congreso.
Autores Del Himno Nacional.
Rafael Núñez.
Nació en Cartagena en 1825. Político, poeta, periodista, filósofo, jurisconsulto, estadista, fue elegido Presidente de la República en cuatro períodos: 1880 a 1882; 1884 a 1886; 1886 a 1892; 1892 a 1898. En 1885 Nuñez convocó el Consejo Nacional Constituyente que expidió la constitución de 1886. Nuñez murió en Cartagena en 1894.
Oreste Sindici.
Nació en Roma en 1837. Llegó a Bogotá como integrante de una Compañía de Opera y decidió adoptar la nacionalidad colombiana. Casó con Doña Justina Jannaut, dama bogotana de ascendencia francesa, con quien tuvo tres hijos Oreste, Eugenia y Emilia. El maestro compuso la música el Himno Nacional sobre un poema del entonces Presidente de la República, doctor Rafael Nuñez. Murió en Bogotá en 1904. El Congreso Nacional expidió la Ley 89 de 1937 de honores a su memoria.